Según Fundación Sol, pese al alto empleo que hay en la zona, el ingreso de los trabajadores en las comunas más grandes de la provincia, Ancud, Castro y Quellón, promedia apenas por sobre el sueldo mínimo.
Rara vez ocurre, pero la provincia de Chiloé copa los titulares de todos los medios nacionales. Un conflicto desatado por la marea roja que afecta la zona y que dejó sin ingresos a los pescadores artesanales, obligó a los chilotes a tomarse la isla y a exigirle al Ejecutivo una solución.
Aunque la primera oferta del gobierno fue un bono de 100 mil pesos a los afectados, la última propuesta fue de 750 mil pesos, divididos en cuatro meses: en el primero entregarían 300 mil y los próximos tres 150 mil pesos. Sin embargo, los pescadores rechazaron la oferta.
En el último petitorio que levantaron, piden un monto mayor: 300 mil pesos por terminar el conflicto y cinco bonos más de igual monto por los siguientes meses. En total, sería 1 millón 800 mil pesos por familia, que serían extensibles si es que el problema de la marea roja se mantiene pasados esos cinco meses.
La realidad de los ingresos de los trabajadores de las comunas más grandes de la provincia, Ancud, Castro y Quellón, no dista mucho del monto que exigen los pescadores. Según datos recabados por Fundación Sol a partir de la encuesta Casen, el presente de Chiloé en cuanto a ingresos, pese a que el desempleo es de solo un 0.4%, es precario: el promedio de los trabajadores de Ancud gana en su ocupación principal 293 mil pesos; en Quellón 276 mil pesos; y en Castro 320 mil pesos.
En #Chiloé chorrea precariedad. 70% de los trabajadores que viven en Ancud y Quellón gana MENOS de $300.000.
Las tasas de pobreza no son muy distintas al promedio regional y nacional. En Castro, según datos del Ministerio del Desarrollo Social, en 2011 el 15.9% de la población comunal vivía bajo el índice de pobreza, mientras que a nivel regional la pobreza llega al 15% y a nivel nacional llega al 14.4%. La comuna además está considerada entre las 10 con mejor calidad de vida según el ICVU de la Pontificia Universidad Católica y la Cámara Chilena de Comercio.
En Ancud y Quellón la situación es similar. Según la misma fuente, en la primera comuna la pobreza llega al 11,4% y en Ancud al 15.4%. Es en algunos sectores de la pesca artesanal, sobre todo la informal, donde se concentra parte de ella.
Entre los puntos del último petitorio de los pescadores, están entregar becas en educación exclusivas para hijos de pescadores artesanales; condonar deudas bancarias; subsidio de luz, agua y gift card para alimentos; y declarar como zona de catástrofe Ancud y la provincia de Chiloé.
Publicado en El Dínamo
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