viernes, marzo 10, 2017

Mineros radicalizan las protestas en Chile tras un mes de huelga

Los 2.500 trabajadores sindicalizados de la mina La Escondida, el mayor yacimiento de cobre del mundo, cumplen hoy un mes de huelga, en medio de la paralización de las conversaciones y la radicalización del conflicto.

Por: www.eleconomista.es
"Ya no sólo luchamos por los 2.500 trabajadores, aquí estamos defendiendo el futuro minero de nuestro país y estamos creando un precedente para todos los trabajadores de Chile, dijo a Efe Jaime Enrique Thenoux, dirigente del Sindicato Nº 1 del yacimiento.

Desde el pasado 9 de febrero, los 2.500 trabajadores sindicalizados de La Escondida, que emplea a 4.500 personas, mantienen paralizadas las labores de extracción, en protesta por el convenio colectivo propuesto por la compañía.

Los trabajadores sostienen que la empresa, operada por la australiana BHP Billiton, les ofrece un acuerdo que rebaja en un 14,5 % sus salarios y beneficios e implementa cláusulas discriminatorias en los contratos de los nuevos trabajadores.

Según la dirección, las medidas responden a la necesidad de ajustar los costes productivos a la nueva realidad del sector en Chile, caracterizada por la caída de la productividad y la disminución de la proporción de metal puro en los yacimientos.

Hasta el momento, las conversaciones entre la dirección de la compañía y los dirigentes sindicales están congeladas, lo que podría convertir esta huelga en una de las mas conflictivas en la historia de la minería en Chile.

"Estamos bien. Los compañeros siguen muy animados y la unidad sigue más firme que nunca", declaró hoy a Efe el portavoz del sindicato, Carlos Allendes.

Él y sus compañeros acampan desde hace un mes en un terreno cercano a la mina, situada a 3.300 metros sobre el nivel del mar, en pleno desierto de Atacama.

Durante este tiempo se han dejado de producir entre 95.000 y 100.000 toneladas del metal rojo, lo que supone para la compañía una merma económica de 500 millones de dólares, según cálculos del sindicato.

La huelga ha provocado un descenso del 12 % en la producción de febrero y, según las estimaciones de los expertos, podría acarrear una caída de la actividad económica de Chile ese mes en torno al 1,1 por ciento.

"El bajo crecimiento de la economía chilena sumado a la paralización de La Escondida harán que, probablemente, febrero sea un mes muy malo, que marzo también tenga un crecimiento muy bajo y que el trimestre tenga un desempeño nulo o negativo", explicó hoy a Efe el economista de la Universidad de Santiago Guillermo Pattillo.

Los Mineros (MINEROS.CO)exigen un aumento salarial del 7 %, además de un bono a cambio de poner fin al conflicto por valor de 25 millones de pesos (unos 37.800 dólares), frente a los 7 millones (10.600 dólares) que ofrece la empresa.

Pero la principal controversia radica en la extensión a trabajadores nuevos de los beneficios que tienen los antiguos.

Los dirigentes sindicales aseguran que las negociaciones se encuentran en un "punto muerto" y que aún no han percibido "ningún tipo de acercamiento por parte de la empresa".

Sin embargo, según la dirección de La Escondida, la empresa lleva días intentando retomar el diálogo para ofrecer una nueva propuesta.

"Resulta preocupante que llevemos días ofreciendo a los dirigentes una instancia abierta para retomar el diálogo con una propuesta nueva, sin exclusiones de temas ni puntos a tocar, y que no hayamos podido concretar una instancia de conversación", dijo hoy el vicepresidente de Asuntos Corporativos de Minera Escondida, Patricio Vilaplana, en declaraciones al diario "La Tercera".

Esta jornada marca un hito para el conflicto, pues expira el plazo autoimpuesto por la empresa para detener su producción.

Minera Escondida podría, a partir de ahora, empezar a reemplazar a los trabajadores en huelga, "siempre y cuando se cuente con las medidas de seguridad necesarias", apuntó Vilaplana.

Para este directivo, una de las prioridades es retomar las labores de la planta desalinizadora situada en puerto Coloso, a 10 kilómetros de la ciudad de Antofagasta.

Este viernes, los accesos al puerto donde se embarca el concentrado de cobre de La Escondida estaban custodiados por un grupo de 80 sindicalistas acampados junto a la carretera.

Los trabajadores que escoltan la entrada del embarcadero, hoy repleta de neumáticos y vallas a modo de barricadas, aseguraron a Efe que no permitirán la entrada de ningún contratista, "esto es hasta vencer o morir, este es nuestro lema".

"Aquí estamos escribiendo la historia de los obreros de Chile. ¿Con qué cara miraremos a nuestros hijos si aceptamos que nos quiten nuestros derechos? No. De aquí no nos movemos", afirmó el sindicalista Jaime Enrique Thenoux.

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